DOS MUNDOS UNIDOS CON CREADIRECTORA

May 17, 2022

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Escrito por: CreaDirectora

¿Cómo ser madre y una exitosa profesional a la vez, y no morir en el intento?

Suena a frase trillada y graciosa, pero, ¿quién no se lo ha preguntado?

¡Ser mujer, sin duda es maravilloso!

Es un conjunto infinito de cualidades y dones, que nos caracteriza y posiciona en un lugar privilegiado de la vida. Somos la representación física del amor puro, la belleza, la astucia, la bondad, la paciencia, resiliencia, y fuerza.

En el pasado, la crianza se basaba en aprender, a veces a edad prematura, los quehaceres del hogar y nos adoctrinaban para concebir, engendrar, y criar hijos. Incluso, nos negaban el acceso a los derechos básicos, quedando la mujer, en la sumisión absoluta. Prueba de esto son las costumbres y tradiciones de nuestras madres, abuelas y ancestros.

¡Ser madre, es mucho más que eso! Es el inicio y desarrollo de un milagro llamado, vida. Cualidad única de nuestro género. No solo por nuestra fisionomía, sino por todo lo que requiere y conlleva tal responsabilidad. Como habilidad innata, podemos realizar diferentes tareas y roles al mismo tiempo. Dejando una huella sin igual, plasmada en cada una de nuestras acciones.

En tiempos actuales, tenemos la opción de estudiar, ser profesionales, trabajar y desenvolvernos como madres, esposas, hijas, hermanas, y mujeres integrales. Hoy por hoy, y gracias a las luchas constantes en todo el mundo, estamos logrando el reconocimiento total de nuestros derechos y participación en todos los sectores de manera equitativa con el género masculino.

Ahora bien; Ser madre es una decisión personal y consciente que tenemos como mujeres. Es una labor de tiempo completo. Exige todo de nosotras. Pensar en lo que implica formar seres humanos sanos y felices es un gran desafío y responsabilidad. Y si a eso le sumamos, el cumplimiento de las funciones adquiridas en el ámbito laboral… representa un verdadero reto.

Para nadie es un secreto, que es una tarea difícil de cumplir. Sería fenomenal poder multiplicarse por dos, tres o hasta cuatro para poder estar en todo lugar y momento cumpliendo con lo que se supone «es nuestro deber». ¡Parece una misión imposible! Y más que ejecutar nuestros diferentes roles, se trata de la calidad del tiempo dedicado y el éxito de las labores desempeñadas.

¿Cómo Hacerlo?

¡Si a simple vista, la vida profesional y ser mamá 24/7 es una mezcla heterogénea! Es querer mezclar el agua y el aceite. Desde mi experiencia personal, puedo contarles que hace un tiempo me encontré atrapada en esa conclusión, con una agravante… ser padre y madre a la vez. Me sentí frustrada, perdida, inútil, y desahuciada.

No quería dejar a mis hijos ni un momento solos, porque sabía que necesitaban a su madre, y era mi deber ponerle el doble de amor a sus corazones para subsanar de alguna manera el vacío que dejó su padre. Además de todas las demás labores del hogar.

Pero… ¿Si yo estaba en la casa cuidando los niños y ocupándome de los quehaceres… ¿quién iba a encargarse de conseguir los recursos económicos para vivir? Cada día los ahorros eran menos, la situación era más complicada, los gastos del hogar seguían restando, las necesidades escolares y personales de los niños, y lo que conlleva ser un adulto responsable, me tenían contra las cuerdas, y me llevaron al límite. Muchas noches lloré, sin saber qué hacer, ni cómo hacerlo, sintiendo que no sería capaz de salir de ahí, que ya no podía más, suplicando a Dios que guiara mi camino y en su misericordia me concediera un poco de Fe y esperanza.

¡Los ángeles existen, señoras y señores! Y no son como los describen en los cuentos y películas. Para sorpresa de todos, fueron mujeres, el instrumento que Dios usó para alentarme y compartirme algo de su luz, disipando la oscuridad en la que me encontraba. ¡Mujeres! Que me incentivaron a trabajar en mí y mis heridas. Mujeres que me ayudaron a ver que no era el final. Mujeres que me impulsaron a creer en mí, a darme cuenta de que podía continuar y hacer de mis hijos grandes personas a pesar del dolor, las dificultades y obstáculos. Que desde el amor propio se construyen y tejen unas a otras, con un abrazo que te hace sentir que ¡No estás sola!

Empecé a sanar y reconocerme como un ser humano, imperfecto (como todos), pero que la diferencia radica en los resultados, cuando se da lo mejor de sí mismo. Una energía bonita y positiva resplandece y se convierte en imán, atrayendo hermosas almas que nos recargan, siendo complemento de otras. De esa manera llegué a Crea Directora. Un proyecto de jóvenes emprendedores de nuestra Colombia. Que le apuestan a la calidad humana y profesional de su gente. Que tienen sueños, metas, y propósitos en sus vidas, con el objetivo claro de trabajar día a día, en pro de sus ideales. Jóvenes que vieron en mí, cualidades, aptitudes y conocimientos valiosos para su empresa. En este corto tiempo, he podido compartir hermosos momentos con mis hijos, acompañarlos en el progreso de sus estudios, cuidar de su salud física y emocional, y trabajar desde mi casa, generando ingresos, sin perderme ningún detalle de cada etapa de su crecimiento.

Es un emprendimiento creado y pensado en esas madres y mujeres emprendedoras, donde se potencializa sus capacidades en búsqueda del éxito empresarial. Mujeres polifacéticas y berracas. Que, como yo, aman su familia, pero también aman sentirse importantes y útiles, alcanzando la plenitud de su ser. Mujeres y madres felices, forman hijos felices. Hoy, después de todo lo que viví y aprendí, te digo… ¡Ánimo! ¡Tú puedes con eso y más! ¡Eres una guerrera innata! ¡Eres mujer! Cree en ti.

By Marcela Garcia – Customer Service CreaDirectora

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